MIGUEL GIL MORENO - Un angel en el infierno

"Hay historias donde lo más peligroso no es arriesgar la vida por contarlas, sino dejar de filmarlas" Miguel Gil Moreno.

Muchos conocemos la historia de Couso o Ricardo Ortega, pero han sido muchos los periodistas que han perdido su vida por ofrecer al mundo el lado mas oscuro de las guerras. Este post pretende recordar y reconocer el trabajo llevado a cabo por Miguel Gil Moreno.
 
Miguel Gil Moreno, fue corresponsal de guerra durante la década de los 90 y murió durante una emboscada guerrillera en Sierra Leona (2000). Su itinerario profesional fue reconocido con premios como el Rory Peck (freelance del año 1998) o el de la Royal Television Society. Desarrolló su labor profesional en países como Bosnio, Kosovo, Bosnia, Chechenia, El Congo, Ruanda o Sudán.

Las imágenes filmadas por Miguel han sido vistas en todo el mundo. Su cámara captó la angustia de los albano-kosovares, acosados por los militares serbios en Prístina y él fue uno de los pocos periodistas occidentales que permanecieron en esa ciudad durante la ofensiva aérea de la OTAN sobre el ejército yugoslavo. Acompañó también al Ejército de Liberación Kosovar (KLA) del que obtuvo la primeras imágenes en acción, pasando dos semanas bajo los bombardeos serbios. Pero los momentos más peligrosos de su vida, según escribió él mismo, los padeció en Chechenia, cuando fue también el único camara occidental que consiguió entrar en la capital, Grozny, en lo más crudo de los bombardeos rusos. El material filmado por Miguel fue uno de los pocos documentos informativos registrados por una agencia internacional.


El 24 de mayo de 2000, mientras desarrollaba su labor profesional, una emboscada guerrillera en Sierra Leona acabó con su vida y la de su colega Kurt Schork. Miguel fue un corresponsal de guerra que hizo de su vida un servicio a los demás, a la verdad de los hechos y a las personas inocentes que padecen los conflictos bélicos, para lograr que otros entendiéramos la sinrazón de la guerra y la comunidad internacional no permaneciese pasiva.  

Miguel amaba su trabajo porque pensaba que era la más bella de las profesiones y su empeño fue convertirse en la voz clamante de todos aquellos que no podían gritar aunque estaban atravesando el peor momento de su existencia.

Más información en la web de la Fundacion Miguel Gil Moreno




Video filmado y editado por Miguel Gil Moreno de Mora. Música de Counting crows

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